martes, 30 de diciembre de 2014

La otra carta IKEA



La marca, en este caso IKEA, trata en su comercial un tema actual, real, sensible, importante para la familia de hoy y que es en esencia, el reflejo de una sociedad cargada de necesidades afectivas, producto de un circulo vicios creado por el Capitalismo salvaje del Siglo XXI en la sociedad. Que induce a los padres a endeudarse cada vez mas, por lo que requieren horas extras de trabajo, para pagar deudas.

 En este caso el tiempo en familia se sacrifica por la "economía familiar", el tiempo con los hijos es sustituidos por un regalo: una Tablet, Consolar de Juegos, Wii, etc. que representa el afecto paternal y miden el "cariño y amor" a sus hijos de acuerdo al precio o a la última versión de moda del juguete, es decir, mientra mas caro y la versión es mas nueva, mas te quiero.

Esto lo mide el Mercado de Consumo y lo juzgan los compañeros en los colegios de nuestros hijos. Entre compañeros de clase que tenga el juego mas avanzado y mas caro, es al niño que mas quieren, y por ende es el líder por "conveniencia" o mas bien en caramelo del hormiguero.



Pero, ese niño que tiene los mejores y mas caros juguetes, rodeados en el Cole de amigos interesados de sus posesiones. son los que precisamente suelen crecer con una falta de afecto familiar importante, y en una sociedad cada vez mas materializada y que define al individuo por lo que tienen y no por lo que son.

Los padres que sacrifican la economía familiar para estar con sus hijos, son vistos como unos perdedores. Este chaval que se presente al Cole sin la última consola o sin el último vídeo juego, es el niño que nadie quiere y que regularmente está solo, rondando por los pasillos del Cole y en algunos casos son victimas del bullying escolar, desarrollando resentimientos sociales.

Debemos darnos cuenta que el echo de tener un hijo, no es comprar un objeto que luego tengamos de gastar en pulls de por vida para mantener sus deseos materialistas y quererlos eternamente a base de compras.

La alienación al consumismo de hoy no es nada bueno y debemos identificarlo. Al chaval debemos enseñarles a caminar, reir, llorar, hacer amigos por lo que son. Sentarnos a la mesa a comer, compartir el "como te fue hoy", dejar el whatsapp a un metro de distancia mientras comemos juntos, revisar sus tareas y felicitarlos por los logros, ver sus tendencias intelectuales y deportivas para apoyarlos.

Si algo de bueno tiene este comercial, es que las grande marca están apostando por una oferta con contenido de valor en sus comerciales, y eso hace que la fidelización del cliente se convierta ahora en casi una sublime y religiosa obligación con IKEA.

El ahora cliente de IKEA, irá no solo a comprar ese mueble super práctico, guapo y económico para armar en casa o esa bonita lampara para la sala. Ahora será parte de la gran familia IKEA, con la convicción que comprando en IKEA es querer mas a mis hijos y a mi familia, así de claro.

La marca se convierte en una símbolo de familia, casi que el escudo familiar para colgar sobre la chimenea.

Quiero dejar claro que en absoluto estoy en desacuerdo con este concepto de valor del comercial, todo lo contrario me parece excelente y muy oportuno. El definir y conceptualizar el contenido dependerá del grado de educación social y familiar, que tenga el cliente.

Felicidades a IKEA por "la otra carta" que en definitiva es como la "la otra cara" de la moneda de esta sociedad de hoy.

José Miguel Rivas
joserivas22@gmail.com

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